Es horrible repetirme al despertar cada día que sueño algo, que me hubiera encantado saber que he soñado.
No logro recordarlo nunca, es algo que me llama la atención, muy pocas veces he tenido un sueño en el que haya recordado que pasaba en él.
Por el contrario, esas poquisimas veces si he recordado con quien había soñado, pero no por que, ni cuando, ni donde.
Anoche fue distinto, fue una de esas pocas veces en las que soñé y lo recordé todo al despertar.
He de decir que me alegra que eso pase (aunque sea muy de cuando en cuando) pero por otro lado, se me hace rarisimo abrir los ojos y ver que todo lo que realmente estaba sintiendo ha sido solo un sueño.
Luego pasa el día y tienes esa extraña sensación de haber tocado a la persona con la que soñabas, o de haber sorbido un trago del vaso que tenias en la mano...
Esta vez me sucedió contigo, muchas veces al cerrar los ojos has sido una de las imagenes que han paseado por mi mente antes de rozar el descanso por ese día, pero curiosamente anoche no lo fuiste.
Como siempre, y como sabes, di algo asi como doscientas vueltas antes de lograr conciliar el sueño, y de repente ahí estabas tú.
Recuerdo todos y cada uno de los detalles, la conversación que manteniamos y las sonrisas que estabamos compartiendonos. Sentí como si fuera real cuando cogiste mi mano y echamos a correr, te escuche reir, cantar, gritar...
Pero abrí los ojos, era hora de despertar y tu imagen, incluso tu olor, me han estado acompañando todo el día... en la distancia.
miércoles, 6 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario